Durante años, las vacunas se han suministrado con el fin de aportar inmunidad contra una enfermedad. En la actualidad, la inmunización es un tema de debate diario. Y, aunque la Organización Mundial de la Salud asegura que bajo este mecanismo sanitario se salvan al menos entre 2 y 3 millones de vidas al año, otro grupo asegura que son dañinas y no obligatorias. ¿Cuáles son los argumentos a favor y en contra de estas dos posturas?
En España, aunque existe un Calendario de Vacunación, no es obligatoria. Pero el 95% de los niños menores de 2 años cuentan con las vacunas establecidas por el registro de salud español, según David Moreno, coordinador del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría.
Sin embargo, estas estadísticas no son iguales en otros países, por ejemplo, los occidentales, donde las posturas en contra de las vacunas están más acentuadas. En abril de 2019, las autoridades sanitarias de Nueva York impusieron una multa de 1.000 dólares a aquellos padres que no optaran por la vacuna contra el sarampión tras una epidemia desatada en octubre de 2018. Esta medida fue catalogada como extrema por los adversos a la inmunización.
Argumentos
Las organizaciones sanitarias que están a favor de las vacunas argumentan que son una medida de seguridad y que, además, representan uno de los mayores avances en salud del siglo XX. Señalan que enfermedades como la rubeola, difteria, viruela, poliomielitis o la tos ferina ahora se pueden prevenir y salvar a millones de niños. Además, apuntan a que los casos de reacciones secundarias son excepciones que se presentan en todas las áreas de la medicina.
Por otro lado, los que comparten una postura en contra de las vacunas, afirman que el sistema inmunitario de los niños puede tratar la mayoría de las infecciones de forma natural. Aseguran que inyectar ingredientes “vacunales cuestionables” puede causar efectos secundarios y además, sostienen que numerosos estudios demuestran que las vacunas pueden desencadenar problemas como el autismo, el TDAH y la diabetes. Para ellos, la inmunización debe ser, en definitiva, una decisión de los padres.
¿En qué bando te posicionas tú?