Judson Brewer, psiquiatra y neurocientífico americano, defiende que existe una estrecha relación entre la atención plena o el mindfulness y el dejar un mal hábito o decirle adiós. El truco que te hará romper con costumbres como fumar o comer por ansiedad, está basado en un proceso de recompensa.

Un refuerzo positivo o negativo funciona de la siguiente manera: detonante, comportamiento y recompensa, eso es lo que nos hace repetir patrones. Por ejemplo, comer helado cuando nos sentimos tristes responde a una creencia de que haciéndolo, nos sentiremos mejor. Movidos e influenciados por la emoción, comemos helado y luego nos calmamos. Sin embargo, hacer eso con frecuencia puede traer como consecuencia el sobrepeso.

Lo que propone Brewer es: si nos hacemos conscientes de lo que sentimos en el momento de satisfacer esa necesidad, dejaremos de practicar el mal hábito. Para ilustrar lo mencionado, expongamos el caso de fumar: una persona, por estrés, decide fumar para sentirse aliviada. Pero si al fumar, la persona se hace consciente de lo que experimenta su cuerpo al hacerlo, puede rechazar esa sensación y dejar de hacerlo.

Estar interesados en lo que sucede en nuestro cuerpo

La idea no es hacer lo mencionado en líneas anteriores de forma obligada, sino de manera natural, basándonos en la recompensa. Y esto lo logramos haciendo uso de la curiosidad sobre lo que experimentaríamos de forma momentánea. Con el entrenamiento del mindfulness dejamos de forzar y nos centramos en lo curioso, en lo que se siente durante la acción. Es pasar del conocimiento a la sabiduría.

El control cognitivo, que es lo que nos hace darnos cuenta de que un comportamiento está mal, se desconecta cuando estamos estresados. Comprender lo que obtenemos de nuestros hábitos nos hace darnos cuenta a nivel profundo del daño que nos hacemos y eso nos permite sentirnos menos interesados en repetir el mal comportamiento.

Observar con claridad lo que sentimos al adoptar un mal hábito, es el truco que nos hará romper con él. Nos desligamos de la emoción visceral del momento y por ello, de forma natural, lo dejamos de repetir. Con el tiempo, y a medida que aprendemos más sobre los resultados de nuestras acciones, nos desprendemos de los viejos hábitos.

¿Te animas a practicar mindfullness?