Unos aman los alimentos ultraprocesados, otros prefieren mantenerlos a raya. Este tipo de productos parecen haber reemplazado a los alimentos naturales y el Realfooding quiere luchar contra ello. Lejos de ser otra dieta de moda, el Realfooding se ha impuesto entre los movimientos de nutrición para infundir una alimentación más saludable, natural y real, lejos de alimentos procesados.
En España, más de 19 millones de personas padecen una enfermedad crónica, la principal causa de mortalidad en el país, y según Carlos Ríos, dietista nutricionista y creador del movimiento Realfooding, el origen de estas enfermedades está relacionado con un alto consumo de productos ultraprocesados.
Ríos enfatiza en que los productos naturales deberían constituir la mayoría de nuestra dieta. Lo principal para los realfooders es centrarse en los alimentos vegetales (5 porciones al día o un mínimo de 800 gramos), saborear los alimentos y cocinarlos con ingredientes frescos sin aditivos.
Con "alimentos reales" nos referimos a aquellos que son 100% naturales o que han sido poco procesados, es decir, sin modificar sus propiedades innatas, y que, además, contienen un alto grado de nutrición. Entre los alimentos reales se incluyen:
Como puedes ver, se trata de productos frescos, sin modificar o sin etiquetar. Un alimento real generalmente contiene solo un ingrediente, que es el alimento en sí, como una manzana, un puñado de frijoles, o sardinas. En esto es en lo que se diferencia principalmente el Realfooding de otros movimientos de nutrición.
Otro de los movimientos nutricionales que se ha impuesto en los últimos años ha sido la dieta ceto. Sin embargo, no se trata de un movimiento nuevo. Fue introducido en la década de 1920 y continúa siendo estudiado y utilizado como un estilo de vida en general. Aunque originalmente no fue diseñado como una dieta, muchos consumidores lo usan para este propósito y es uno de los movimientos de nutrición con mayor tendencia en lo que va de año.
Una dieta cetogénica ("ceto") consiste en comer la máxima cantidad de proteínas y alimentos ricos en grasa saludables (carnes, pescado, queso, huevos) y restringir los hidratos de carbono (harinas y cereales). Y es que, cuando no se tiene las reservas de hidratos de carbono suficientes, el organismo recurre a las reservas de grasa para generar una fuente de energía que acelera el proceso metabólico dando como resultado una bajada de peso más rápida.
A pesar de que pueda ser golosa esa rapidez y ante tanta variedad de rutinas nutricionales, nosotros te recomendamos que antes de escoger algún tipo de dieta, acudas a un especialista para que determine cuál es la más adecuada para ti.