La música es calificada por muchos como un idioma universal. Un conjunto de sonidos unidos armónicamente que son capaces de alegrar, estremecer o calmar el estado de ánimo de una persona sea cual sea su edad, procedencia o tiempo vital. Pero la música no solo influye a nivel emocional, también se ha descubierto que tiene un gran impacto positivo en la salud y aptitudes de las personas.
Inconscientemente, las personas han utilizado siempre la música como un elemento para modificar su estado anímico. Sin embargo, se ha demostrado científicamente que la música activa los sistemas neuroquímicos y las estructuras cerebrales asociadas a mejorar también la salud.
La música es un arte que consiste en organizar, ordenar o desordenar sonidos y silencios a lo largo del tiempo. El ritmo es el soporte de esta combinación en el tiempo, la altura y las frecuencias. En este sentido, es tanto una creación como un modo de comunicación a nivel global.
Pero, ¿en qué nos basamos para afirmar esta universalidad del lenguaje musical?
Aunque existe una gran diversidad de ritmos musicales en las diferentes partes del mundo, la naturaleza humana es capaz de compartir estructuras musicales independientemente de la cultura de la que provenga, ya que existe un vínculo universal entre la forma y la función de la música.
Un estudio de Harvard realizado con 750 usuarios de Internet de 60 países mostró que, a pesar de las diferencias de idioma de las canciones escuchadas, podían decir el propósito de la melodía. En otro experimento, los científicos pidieron a los usuarios de Internet estadounidenses e indios que escucharan extractos y especificaran el número de cantantes e instrumentos, tempo, emoción, valencia, etc. Ambos grupos presentaron la misma comprensión musical a pesar de las grandes diferencias culturales.
Por todos es sabido que la música puede calmar a los descorazonados, motivar a los corredores y dar comienzo a las fiestas de baile más épicas, pero también tiene algunos beneficios científicos serios para nuestra salud y bienestar general. Se ha demostrado que escuchar música mejora el funcionamiento de la memoria, aumenta la tasa de curación y mejora tus entrenamientos, entre otros.
Estrés y ansiedad
Y eso no es todo, si hablamos de estrés y ansiedad, la música juega un papel sumamente importante. El poder calmante de la música tiene un vínculo único con nuestras emociones, por lo que puede ser una herramienta extremadamente eficaz para el manejo del estrés.
Escuchar música puede tener un efecto tremendamente relajante en nuestras mentes y cuerpos, especialmente si hablamos de música clásica, lenta y tranquila. Este tipo de música puede tener un efecto beneficioso en nuestras funciones fisiológicas, disminuyendo el pulso, la frecuencia cardíaca, la presión arterial y los niveles de hormonas del estrés. En resumen, la música puede actuar como una poderosa herramienta de manejo del estrés en nuestras vidas.
Los sonidos de la naturaleza a menudo se incorporan a los clips creados específicamente para la relajación. Por ejemplo, el sonido del agua puede ser relajante para algunas personas ya que puede ayudar a evocar imágenes relajantes, como tumbarse junto a un arroyo de montaña en un cálido día de primavera. El canto de los pájaros también puede ser útil para ayudar a que su mente se desacelere y libere pensamientos estresantes.
¿Realmente afecta el estado de ánimo?
Los científicos han reflexionado durante siglos sobre los posibles beneficios terapéuticos y de mejora del estado de ánimo de la música. Incluso la música triste puede provocar serenidad y comodidad a la mayoría de oyentes porque les hace recordar momentos felices, y sentirse un poco más cercanos al pasado, según una investigación de la Universidad de Durham en el Reino Unido y la Universidad de Jyväskylä en Finlandia.
La investigación involucró tres encuestas a más de 2,400 personas en el Reino Unido y Finlandia, enfocándose en las emociones y experiencias memorables asociadas con escuchar canciones tristes. El resultado indicó que la mayoría de las experiencias emitidas por los participantes fueron positivas.
Los investigadores concluyeron que la música ayuda a determinar las formas en que las personas regulan su estado de ánimo, así como también como la rehabilitación musical y la musicoterapia podrían aprovechar estos procesos de comodidad, alivio y disfrute.
Pero no todo es tristeza, un estudio publicado en 2013 en Journal of Positive Psychology descubrió que las personas que escuchaban música alegre podían mejorar su estado de ánimo y aumentar su felicidad en tan solo dos semanas. En el ensayo, los participantes recibieron instrucciones sobre cómo tratar de mejorar su estado de ánimo, pero solo tuvieron éxito cuando escucharon la música alegre de Copland en lugar de las melodías más tristes de Stravinsky.
El trabajo científico concluyó que las personas que solían escuchar música enérgica y positiva disfrutaban de una mejor salud física, mayores ingresos económicos y una mayor satisfacción en las relaciones sociales.
Si bien escuchar música puede traer mayores beneficios para la salud, crearla también puede ser una terapia efectiva. Una orquesta única para personas con demencia ayudó a mejorar su estado de ánimo y a aumentar la confianza en sí mismos, según investigadores del Instituto de Demencia de la Universidad de Bournemouth (BUDI) en Dorset, Reino Unido.
Música para reforzar cuerpo y mente
Desde nuestro nacimiento, la música forma parte de nuestro entorno, ya sea para expresar amor, alegría participar e interactuar. Es una herramienta que refuerza las habilidades sociales de las que haremos uso durante toda nuestra vida.
Un estudio australiano demostró que escuchar música promueve el pensamiento creativo, generando soluciones innovadoras de una manera económica y eficiente en los diversos entornos científicos, educativos y organizativos. Pero no solo fomenta la creatividad, escuchar y aprender música desde una edad temprana nos puede ayudar en términos de:
- Concentración
Aprender a tocar un instrumento musical ayuda a desarrollar la concentración, ya que uno debe centrarse en una actividad particular durante largos períodos de tiempo. Desarrollar la concentración de esta manera también ayuda a la hora de enfocar la atención en el resto de aspectos de la vida.
- Coordinación
La práctica de instrumentos musicales mejora la coordinación mano-ojo y ayuda al desarrolla de importantes habilidades motoras.
- Relajación
Cada vez más, la musicoterapia se está utilizando para complementar las formas más tradicionales de medicina. Los investigadores reconocen que ciertos tipos de música pueden ayudar a la relajación al reducir la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
- Paciencia
Al aprender a tocar un instrumento musical, se desarrolla paciencia y perseverancia, lo que ayuda a enfrentar otros desafíos de la vida.
En conclusión, los investigadores atribuyen el escuchar y tocar un instrumento musical con la elevación del coeficiente intelectual y mejora en comprensión lectora, ortografía, matemáticas, habilidades auditivas, habilidades mentales primarias (verbales, perceptuales, numéricas, espaciales) y habilidades motoras. Por lo que la práctica de un instrumento es, sin duda, una actividad ideal especialmente para los niños en edad escolar.
¿Cómo influye físicamente?
La música está en todas partes y los estudiosos del tema han confirmado lo que por muchos años de manera empírica sabíamos, la música es vida y quizá, también cura. De hecho, la Asociación de Terapia Musical (AMTA siglas en inglés) señaló que los programas de musicoterapia pueden lograr, a mayores de lo anteriormente ya mencionado, aliviar dolores físicos.
Una revisión de 2015 en The Lancet TrustedSource descubrió que las personas que escuchaban música antes, durante o después de la cirugía experimentaban menos dolor y ansiedad en comparación con los pacientes que no escucharon música. Aseguraron, además, que quienes oyeron música no necesitaron tanta medicación para el dolor.
Para realizar el estudio, los investigadores analizaron datos de 73 ensayos diferentes que involucraron a más de 7.000 pacientes. Las personas que experimentaron una reducción del dolor ligeramente mayor, pero no significativa, y que necesitaban la menor medicación para el dolor, fueron las que pudieron elegir su propia música.
"La música es una intervención no invasiva, segura y barata que debería estar disponible para todos los que se someten a cirugía", señaló en un comunicado de prensa la autora principal del estudio, Catherine Meads, Ph.D., de la Universidad de Brunel en el Reino Unido .
Cuando se trata de tratar afecciones crónicas, la musicoterapia también puede desempeñar un papel poderoso. Una revisión reciente en la Revista mundial de psiquiatría descubrió que la musicoterapia puede ser un tratamiento eficaz para los trastornos del estado de ánimo relacionados con afecciones neurológicas, como la enfermedad de Parkinson, la demencia, el accidente cerebrovascular y la esclerosis múltiple.
Si bien los hallazgos de neurociencia e investigación en torno a las diversas intervenciones de la música empleadas para apoyar el habla, el lenguaje y la comunicación están creciendo y evolucionando rápidamente, esta es un área emocionante. Y aunque todavía quedan muchas preguntas abiertas sobre este fascinante arte, el futuro parece ser muy alentador para quienes tienen fe en la música.