La industria de los móviles y sus efectos contribuye en gran medida a empeorar las condiciones medioambientales y de derechos humano en todo el mundo. Desde los desechos electrónicos y las emisiones masivas de CO2 hasta las duras condiciones de trabajo y las prácticas devastadoras de abastecimiento. En ese sentido, Fairphone, un fabricante de smartphones holandés, apuesta por la creación de un móvil para luchar contra el cambio climático.

Desde 2013, la compañía holandesa ha sido pionera en nuevos enfoques para mejorar la forma en que se fabrican estos productos y crear modelos escalables. Con ello se propone servir de modelo para que el resto de las industrias se sumen en la intención de reducir los efectos del cambio climático.

Un móvil particular

Una característica única del Fairphone 3 es que incluye la capacidad de reparar y reemplazar elementos modulares individuales del móvil como cámara, altavoz y pantalla.

El diseño modular es importante por dos motivos: primero, porque proporciona acceso y materiales para que los usuarios arreglen a su móvil, ahorrando dinero y potenciando la autosuficiencia. En segundo lugar, al reducir la cantidad de móviles desechados. Actualmente se eliminan aproximadamente 350.000 teléfonos por día, según cifras de 2010 de la Agencia de Protección Ambiental. La cantidad mencionada equivale a más de 152 millones de móviles desechados en un año, con todo el daño ambiental que ello provoca.

Materiales respetuosos

Los materiales de este ecológico móvil son de origen sostenible, como el oro de comercio justo, el estaño, el tungsteno y el plástico son reciclados. Cuenta, además, con excelentes características que incluyen 64 GB de espacio, sistemas operativos Android 9 y duración de la batería de un día completo.

El objetivo de los creadores de este móvil es convertir su propuesta en una alternativa real y sostenible en el mercado. Al hacerlo, motivan a toda la industria a seguir sus pasos hacia una economía justa con los consumidores y también con el planeta.