Thimbault, un joven francés de 28 años, cayó desde 12 metros de altura y quedó tetrapléjico. Pasó dos años en el hospital hasta que comenzó a entrenar con un “avatar” en un videojuego para prender a mover brazos y piernas de nuevo. El hombre se convirtió en parte de un estudio que desarrolla un exoesqueleto que le permite caminar. Este año logró trasladarse usando el poder de su mente.
Con 480 pasos el francés se sintió como el primer hombre en la luna: "Había olvidado cómo era caminar. Olvidé qué era pararse", aseguró Thimbault emocionado a la BBC MUNDO. Alim Louis Benabid, autor principal de la investigación, comenta que todo fue posible porque "el cerebro todavía es capaz de generar comandos que en condiciones normales impulsarían las extremidades superiores e inferiores. Solo que en estos casos (personas paralíticas), no hay nada para ejecutarlos".
Mediante una cirugía, se instalaron dos sensores intradérmicos en la corteza cerebral. Su función es leer las señales emanadas por la corteza sensoriomotora. Un algoritmo sofisticado procesa la información, traduciendo la actividad neuronal en comandos físicos. La mente vuelve a otorgar la capacidad de desplazamiento, al responder a pensamientos como "camina".
Thimbault estuvo conectado a un arnés agarrado del techo, evitando así posibles caídas al utilizar el aparato. El dispositivo todavía está en pruebas, por lo que no está listo para sacarse al mercado y usarse fuera del laboratorio. De hecho, por el momento quedan retos por superar, como por ejemplo, los límites en la cantidad de datos en tiempo real que puede leer el software desde el cerebro.
Sin duda, la ciencia nos ha dado una gran y esperanzadora noticia.