Todos sabemos que el estrés es algo negativo y que debemos evitarlo a toda costa. Hemos sido entrenados para descartarlo y hacer todo lo posible para eliminarlo por completo de nuestras vidas, pero algunos defienden que el estrés puede resultar beneficioso para las personas.
El estrés se ha relacionado con la disminución de nuestro sistema inmunológico y con otras dolencias como enfermedades cardíacas, salud mental e incluso cáncer. Además, es un hecho que el estrés afecta negativamente en nuestras habilidades de toma de decisiones y juicio.
Con todo esto, resulta asombroso pensar que existe un grupo de personas que lo agradecen en sus vidas para perseguir el aprendizaje y el crecimiento. En lugar de huir de él, usan el estrés como si fuese un estímulo para mejorar su rendimiento.
¿Qué dice la ciencia al respecto?
La psicóloga Kelly McGonigal compartió, durante una charla en TED, investigaciones sorprendentes que podrían hacer que lo que te parece una sensación amenazante, sea un poco más fácil de soportar.
McGonigal asegura que las personas creen que los signos visibles de estrés, como la sudoración y el aumento de la respiración, significan que esa emoción se ha apoderado del cuerpo y reina el descontrol. Pero en lugar de pensar en lo que va mal, ella presenta un argumento sólido para centrarse en lo que está yendo bien.
"Los participantes que aprendieron a ver la respuesta al estrés como útil para su desempeño, bueno, estaban menos estresados, menos ansiosos, más seguros", dice ella. "Pero el hallazgo más fascinante para mí fue cómo cambió su respuesta física. Fue algo positivo".
Normalmente, cuando una persona se siente estresada, sus vasos sanguíneos se contraen, dice la experta. Si se prolonga, este estado cardiovascular podría provocar graves problemas de salud. Pero en un estudio en particular, aquellos que vieron los efectos del estrés como útiles no tenían tensión en los vasos sanguíneos.
De hecho, McGonigal asegura que la respuesta es similar a lo que sucede cuando alguien es feliz o incluso valiente. En comparación con los efectos de ver el estrés como algo negativo, aceptar su presencia no solo es una mejor alternativa, sino una forma de vida mucho más saludable.