El 19% de la población española no lee las etiquetas de los alimentos que comen según un informe realizado por la IMOP y Berbés Asociados. La mayoría de los encuestados señalaron que estas etiquetas deberían tener una mayor visibilidad y son las personas de entre 55 y 64 años las que más importancia dan a esta información alimentaria
Aprender a leer las etiquetas de lo que consumes puede darte una mejor orientación de lo que comes, ayudarte a limitar el consumo de grasas, azúcares y colesterol, en definitiva, es clave para llevar una dieta más saludable y equilibrada. Aquí te dejamos algunos consejos de American Heart Association para aprovechar al máximo esta información:
Presta atención a las calorías por porción y a cuántas calorías realmente estás consumiendo si comes todo el paquete. Si duplicas las porciones que comes, duplicas las calorías y los nutrientes. La siguiente sección de información en una etiqueta nutricional trata sobre las cantidades de nutrientes específicos en el producto.
Las etiquetas de los alimentos también indican qué hay dentro del paquete. Puedes verlo en la sección de ingredientes: el primero de la lista representa el de mayor cantidad y así sucesivamente.
No todas las grasas son malas, además, los azúcares totales pueden incluir azúcares naturales y agregados. Limita las cantidades de azúcares agregados, grasas trans, saturadas y el sodio. Al elegir entre diferentes marcas o productos similares, compara las etiquetas y opta por alimentos con menos cantidad de estos nutrientes. Es mejor que elijas aquellos productos con buenos valores de calcio, fibras, hierro, magnesio, potasio y vitaminas A, C, D y E.
Se trata del porcentaje que tiene cada nutriente en una sola porción en términos de cantidad diaria recomendada. Si deseas consumir menos grasas saturadas o sodio, elige alimentos con un porcentaje de valor diario menor a 5%. Si, al contrario, deseas consumir más nutrientes, como fibra, elige alimentos con un porcentaje de valor diario mayor (20% o más).